Cuando su hijo tiene atresia biliar
El hígado produce una sustancia llamada bilis. La bilis ayuda a hacer la digestión y a eliminar los desechos del hígado. La bilis sale del hígado a través de los conductos biliares. Estos conductos llevan la bilis hasta la primera parte del intestino delgado (duodeno). Cuando un niño tiene atresia biliar, significa que algunos de sus conductos biliares están dañados, no están formados correctamente o no existen. Como consecuencia, la bilis no puede salir del hígado como debería.
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Esta imagen muestra conductos biliares normales. El médico del niño puede identificar la zona afectada por la atresia biliar. |
¿Cuál es la causa de la atresia biliar?
La atresia biliar es una afección congénita. Esto significa que los bebés que la tienen nacen con ella. No se sabe con certeza cuál es la causa de este trastorno.
Síntomas de la atresia biliar
Algunos niños muestran signos de atresia biliar al nacer o dentro de las primeras 2 semanas de vida. En la mayoría de los bebés, estos signos no aparecen hasta las 2 a 8 semanas de edad. Entre estos signos se encuentran los siguientes:
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Coloración amarillenta en la piel y en la membrana blanca de los ojos (ictericia). La ictericia también produce orina de color oscuro y heces de color claro. Ocurre como consecuencia de la acumulación de bilirrubina, una sustancia amarilla que el organismo produce durante la descomposición de los glóbulos rojos. En condiciones normales, el hígado recoge la bilirrubina y luego la expulsa del cuerpo con las heces. Cuando la bilirrubina no puede salir del hígado a través de los conductos biliares, se acumula en el cuerpo y provoca ictericia.
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Dificultad para absorber vitaminas y minerales. Lo que deriva en signos de malnutrición.
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Heces muy pálidas. Pueden ser grises o de color arcilla.
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Formación de tejido cicatricial en el hígado.
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Agrandamiento del bazo. Esto se debe a que la sangre circula más despacio a través del hígado.
¿Cómo se diagnostica la atresia biliar?
Primero, el proveedor de atención médica evaluará su historia clínica y realizará una exploración física. Es posible que su hijo necesite las siguientes pruebas:
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Análisis de sangre. Permiten detectar los signos de enfermedad hepática.
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Ecografía. Permite descartar algunas causas de los resultados anormales de los análisis de sangre. Durante esta prueba, se utilizan ondas sonoras inofensivas para crear una imagen del hígado, de la vesícula biliar, de los conductos biliares y de los vasos sanguíneos que suministran sangre al hígado.
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Biopsia del hígado. Permite detectar signos de daños en el tejido hepático. A veces también puede dar indicios sobre la causa de estos daños. Durante esta prueba, el proveedor utiliza una aguja hueca para extraer una pequeña cantidad de tejido del hígado. Posteriormente, el tejido se analiza en un laboratorio.
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La colangiografía intraoperatoria. Este procedimiento puede ser necesario si no es posible establecer un diagnóstico basado en los resultados de las otras pruebas. El cirujano hace una incisión cerca del hígado. A través de esta incisión, observa los conductos biliares e inyecta en ellos un líquido de contraste. Esto permite detectar si hay problemas en los conductos biliares. Esta prueba suele realizarse al principio de la cirugía para corregir la atresia biliar (vea a continuación).
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Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica. Durante este procedimiento, se coloca por la boca un tubo iluminado que llega hasta el intestino delgado, lo que permite tener una mejor idea de la causa de la enfermedad biliar.
¿Cómo se trata la atresia biliar?
La atresia biliar se corrige mediante cirugía utilizando el procedimiento de Kasai. Durante la cirugía se extirpan (extraen) los conductos biliares anormales que están fuera del hígado. A continuación, el intestino delgado se conecta directamente a los conductos que funcionan bien. Esto permite que la bilis fluya hacia el intestino. Es mejor llevar a cabo la cirugía pocos días después del diagnóstico. Cuanto más joven es el niño al hacer la cirugía, mejor tiende a ser el resultado.
Los niños también pueden necesitar suplementos vitamínicos y medicamentos. Estos pueden incluir esteroides postoperatorios y ácido ursodesoxicólico para aumentar el flujo biliar.
¿Cuáles son los problemas a largo plazo que deben abordarse?
Sin tratamiento, un niño con atresia biliar no suele vivir más que unos pocos años. La cirugía ayuda a controlar la enfermedad y, a menudo, da buenos resultados durante muchos años. De todas formas, la cirugía no cura la atresia biliar. Muchos niños con atresia biliar llegan a un punto en que necesitan un trasplante de hígado.
La atresia biliar puede ser un diagnóstico difícil de afrontar para los padres. Pregúntele a su proveedor de atención médica acerca de grupos de apoyo virtuales o presenciales. No dude en buscar un proveedor de salud mental que pueda ayudarlo a usted y a su familia a manejar el estrés y la ansiedad que suelen acompañar este tipo de afecciones.
La atresia biliar en los bebés de más edad
En casos poco frecuentes, la atresia biliar no se diagnostica hasta que el niño tiene entre 3 y 4 meses. El tratamiento puede ser diferente para estos niños. El proveedor de atención médica de su hijo podrá darle más información al respecto. Un bebé de esta edad con atresia biliar puede mostrar los siguientes síntomas:
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Malnutrición
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Falta de crecimiento
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Abdomen hinchado debido a la acumulación de líquido (ascitis)
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Presión arterial anormalmente alta en los vasos sanguíneos que alimentan el hígado (hipertensión portal)
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Sangrado intestinal
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Formación de tejido cicatricial en el hígado (cirrosis)
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