Sea fructífero. Las manzanas cocidas con una pizca de azúcar y canela pueden ser un postre excelente.

Aprovisiónese. Congele sopas y caldos para usarlos en otra ocasión.

Reverdezca. Propóngase probar por lo menos una nueva fruta o verdura al mes.

Explore. Busque recetas de otros países y culturas.

Empape. Pruebe un adobo con bajo contenido de sal hecho de jugo de limón, hierbas y especias.

Masajee. Frote las carnes rojas, de ave y de pescado con hierbas y especias antes de cocinarlas.

Sazone con brío. Cree una salsa o adobo con la cáscara de frutos cítricos.

Acidifique con gusto. La cantidad justa de jugo de limón o lima o vinagre agrega sabor sin necesidad de usar sal.

Descorche. Pruebe agregar un cuarto de taza de vino al líquido o salsa de su próximo estofado o guiso.

Apunte a lo bajo. Para preparar panecillos bajos en grasa y panes rápidos, puede sustituir la mantequilla o el aceite por puré de manzana o yogur griego sin grasa en su receta favorita.

Experimente usando vino en sus recetas. No tiene por qué usar un vino caro. Si no toma vino, compre botellas individuales pequeñas de vino para beber en lugar de usar vinos y jerez de cocina, que contienen sal agregada. La mayor parte del alcohol en el vino se evapora durante la cocción, y queda un aroma y sabor deliciosos.

La cáscara de naranjas, limones y limas puede usarse para realzar el sabor de las sopas, ensaladas, salsas, adobos y aliños. Ralle o pele solo la parte coloreada de la cáscara, sin la parte blanca fibrosa.

Pruebe agregar un vinagre con hierbas a las verduras cocidas o a la sopa de frijoles. El vinagre realza también el sabor del pescado y puede añadir la sazón perfecta a los aderezos para fiestas.