Ayudar a niños y adolescentes a controlar su miedo a la violencia
El mundo puede parecer abrumador e incluso aterrador niños y adolescentes que todavía están aprendiendo a navegar por él. El miedo a la violencia en lugares donde deberían sentirse más seguros, como su escuela, es algo con lo que muchos niños se enfrentan.
Como cuidador, debe apoyar a sus hijos y aliviar sus ansiedades y temores. Pero hablar de violencia puede ser difícil. Si no está seguro de qué para hacer o por dónde empezar, los siguientes consejos pueden ayudarle a estar ahí para ayudarles, mientras gestiona sus miedos con compasión y empatía.
Comprender los temores de su hijo
El miedo a la violencia puede derivar de diversas fuentes, como noticias, historias de amigos, redes sociales o experiencias personales. Es es importante que entienda lo que le teme a su hijo para que pueda apoyarlo. Antes iniciando la conversación, asegúrese de estar en un lugar cómodo donde su hijo se siente relajado y seguro.
He aquí algunas preguntas que pueden ayudarle a mejorar entienda el miedo de su hijo:
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¿Sabe lo que significa la palabra “violencia”? ¿Puede ¿Qué significa para usted?
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¿Ha visto u oído hablar alguna vez de situaciones que ¿Implica violencia?
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¿Cómo le hace sentir cuando ve u oye ¿violencia?
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¿A veces siente miedo por algo violento podría pasarle a usted o a alguien que le importa?
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¿Hay determinados lugares o situaciones en los que se sienta más asustado o menos seguro? ¿Puede decirme por qué?
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¿Puede contarme alguna ocasión en la que sintió especialmente asustado? ¿Cómo lo abordó?
Escuchar con compasión
A veces los niños tardan más en expresarse, así que paciente y animarles a que se tomen su tiempo. Mientras que está escuchando, mostrar interés en lo que dicen usando la comunicación no verbal. Inclínese hacia ellos y asienta mientras hablan. Corregir con cuidado información errónea. Tenga en cuenta que los cambios en las conductas, como el apetito, y patrones de sueño, pueden ser un signo de angustia.
Validar sus sentimientos
Puede ser tentador minimizar sus miedos para que se conviertan en se sienten mejor. En lugar de decir algo como: “No debería tener miedo de eso”, intente reconocer su miedo sin reforzarlo. Decir algo como: “Entiendo por qué te asusta. Violencia es un problema grave. Pero recuerde, también es poco frecuente. Y hay muchos personas trabajando duro para asegurarse de que está seguro”.
Compartir conocimientos
En ocasiones, la información puede dar al niño un sentido de control y seguridad. Explicar las medidas de seguridad implementadas en sus escuelas, como sus simulacros de emergencia. Hablar con ellos sobre el personal de la escuela que está a cargo de la seguridad. Asegúrese de que el niño sabe cómo ponerse en contacto con usted en caso de emergencia. Los planes y las preparaciones pueden hacer Las cosas aterradoras son menos aterradoras.
Hablar de sus propios sentimientos
Compartir sus sentimientos crea una actitud abierta y de confianza entorno. Hágale saber al niño que usted también se siente asustado a veces. Refuerce esto es normal tener sentimientos de miedo o preocupación. Esto les ayuda a comprender que no lo son solo. Puede decir: “Está bien sentir miedo por estas cosas. También me da miedo a veces”.
Empodere a su hijo
Anime a su hijo a participar en su propia seguridad les ayudará a sentir que tienen el control. ¿Hay algún club o comité de seguridad en la escuela? ¿podría participar? En el caso de los niños de edad avanzada, ¿hay algún programa de apoyo o asesoramiento entre iguales? con los que podrían trabajar?
Busque ayuda profesional cuando sea necesario
Si el miedo se vuelve demasiado abrumador o comienza a afectar su rutina diaria, considere ponerse en contacto con un profesional de la salud mental. Pueden ayude al niño a comprender y enfrentarse a los miedos. También pueden enseñar al niño a sobrellevar habilidades para usar cuando los temores se sienten demasiado para manejarlos. Saber que algunos niños pueden tener reacciones de miedo más intensas que otras. Esto incluye a niños con traumatismo anterior experiencias, depresión u otros trastornos de salud mental, o que tienen necesidades.
Mantener la conversación
No puede eliminar el miedo de su hijo de la noche a la mañana, así que haga que mantenga la conversación. Haga de la seguridad un tema que debata incluso cuando no hay una crisis ni una emergencia inmediatas.
Puede ser difícil ayudar al niño a hacer frente a sus miedos y Preocupaciones por la violencia. Estos consejos son solo un punto de partida. Hay muchos otros recursos para ayudarle a apoyarlos con confianza. Pero recuerde, su compasivo, una orientación informada contribuirá en gran medida a ayudar a su hijo o adolescente a tratar estos sentimientos complicados.